Hibiscus sabdariffa: “Rosa de Jamaica”
Por Carlos Rolando Palencia
Biólogo y Químico Farmacéutico
Se trata de un arbusto también llamado hibisco o
karkadé que es originario de Asia y África oriental. Es fácil de reconocer por
sus tallos rojizos y flores solitarias que crecen en las axilas de las hojas.
Cada flor tiene un hermoso cáliz rojo y carnoso que comprenden los sépalos que la
protegen. Conocida ya desde el siglo XVII por Bontius, el naturalista holandés
en sus escritos "de medicina indorum",
de ahí la palabra “sabdariffa” que
refiere al nombre vernáculo de las islas orientales.
Casi toda la planta de Rosa de Jamaica tiene
utilidad, por ejemplo, sus semillas son fuente de proteína y son energizantes.
En ellas se han identificado minerales importantes como fósforo, magnesio y
calcio además de hasta un 41% de fibra dietaria. Recordemos que esta fibra no
se absorbe durante la digestión pero es muy importante para mejorar el paso de
los alimentos por el intestino. Las raíces se usan contra el estreñimiento. Los
tallos para fabricar lazos. Las flores en Europa son recomendadas para
disminuir el apetito o tratar afecciones
respiratorias. Las hojas se pueden comer crudas mientras que las
brácteas rojas y carnosas que forman el cáliz de las flores son las que se
comercializan y utilizan más a menudo en Guatemala para elaborar deliciosas
bebidas refrescantes que provocan un sano efecto diurético y antihipertensivo.
En Estados Unidos y Europa se utiliza el hibiscus más
como sabrorizante mientras que en Guatemala se aprovecha como medicina natural
contra la hipertensión, el escorbuto (deficiencia de vitamina C) e incluso como
facilitador del parto, aunque menos frecuente. Pero ¿cómo prepararlo? la forma
más común y fácil es hacer una infusión de los cálices jóvenes desecados. Una
modalidad muy conocida en Costa Rica según Alonso (1998) es la mezcla con Jenjibre
para preparar refrescos navideños.
El fuerte color rojo característico de una bebida o
infusión de Rosa de Jamaica se debe a su gran cantidad de antocianidinas que son pigmentos vegetales solubles en agua que
cumplen múltiples funciones en las plantas desde protección a los rayos UV,
hasta atracción de polinizadores o depredadores para ayudar a su dispersión. La
hibiscina es la antocianidina que
destaca en la Rosa de Jamaica. Por otro lado la bebida o infusión de Jamaica si
recuerda, es ligeramente ácida gracias al notable contenido de ácido hibisico. Actualmente destacan
importantes estudios clínicos que evidencian el efecto vasodilatador y
angioprotector (protector de venas y
arterias) de la Jamaica que es atribuido a dichas moléculas.
Lee M. y colaboradores (2002) publican importantes
descubrimientos sobre la Rosa de Jamaica y su potencial de oxidar el colesterol LDL, que es el colesterol
malo que se puede obstruir las arterias al depositarse. Este importante
hallazgo promete la abolición de la arteriosclerosis utilizando extractos o
infusiones de Rosa de Jamaica.
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