jueves, 6 de julio de 2017


CÓMO SABER SI UN PEQUEÑO SUFRE DE REFLUJO GASTROESOFÁGICO

Pediatra Dr. Edgar Belteton
Sub especialista en cuidado intensivo


Durante la  última década el tema del Reflujo Gastroesofágico en niños ha surgido como una verdadera epidemia, volviéndose hasta tema de platica en las reuniones de grupos de padres de familia de la noche a la mañana.

Muchos niños especialmente en las edades de recién nacidos y los  primeros meses de edad se les diagnostica como Reflujo Gastroesofágico y se tratan como una serie de medicamentos que podrían ser inconvenientes y causar futuras complicaciones con supuestos diagnóstico de Reflujo.

Se realizan múltiples cambios de leche desde las leches hipo alergénicas hasta las más sofisticadas con el fin de disminuir o evitar el reflujo. También a este grupo de pacientes se les recomienda cambios de hábitos de sueño cambiando la posición y algunos inexplicablemente se les retira la leche materna conocido que es el recurso nutricional más importante a estas edades. Lo más  importante aclarar es que el Reflujo Gastroesofágico normal existe en más del 70% de los pacientes sin tener ninguna incidencia o alteración, estos pequeños pertenecen al grupo uno.

Los pacientes que tienen síntomas como llanto constante, irritabilidad no explicada por otras causas, vómitos, falta de incremento de peso crecimiento lento ahogos tos crónica complicaciones pulmonares, bronquitis o neumonías recurrentes, es el grupo dos que debemos estudiar.

¿A cuál de los dos grupos pertenece su hijo? Si fuera el grupo uno o grupo de los niños con reflujo sin enfermedad asociado, la conducta a seguir es simplemente continuar la lactancia materna, mejorar la posición de 30 grados,  elevar la camita,  reducir  el volumen de tomas y más frecuentes o espesar la formula podría ayudarle, con estas medidas sencillas se controlara el 80 %  de los  pacientes.   

Pero qué hacer con el segundo grupo, minoritario, que llamamos enfermedad Reflujo Gastroesofágico, básicamente tenemos la obligación de hacer diagnóstico correcto para no sobre-medicarlos.

Si nuestros pacientes presenta enfermedad respiratoria a repetición y se sospecha que el reflujo sea parte del proceso podemos usar una prueba terapéutica, pero si es un proceso recurrente y que pone la vida del paciente en riesgo, el primer paso es consultar a su pediatra, él podría guiarlos para hacer un diagnóstico adecuado.
En la actualidad existe la tecnología en nuestro país para realizar este tipo de diagnóstico la PH Metria con impedancia esofágica, es el método más preciso que hoy en día existe.  Este método se realizan  en los países que se hacen medicina de primer mundo y el nuestro.

El mayor de los problemas es cómo tratarlos, así como hemos visto al único grupo que debemos dar tratamiento médico es al grupo número dos.  ¿Cuál puede ser este tratamiento?   Aquí entra en controversia  si usamos  medicamentos que aumentan  la motilidad intestinal con el fin de agilizar  el vaciamiento gástrico o solo inhibidores o bloqueadores de los ácidos.

La evidencia científica indicia que solo los segundos podrían colaborar, además por supuesto de las medidas realizadas para el grupo uno.  Si nuestro paciente presenta enfermedad complicada que pone en riesgo la vida, la cirugía surge como una alternativa final, la cual se recomienda para un grupo muy reducido.
Con esta pequeña revisión esperamos aclarar las dudas de este importante  tema en beneficio de niñez.

Para más información y consultas, comunicarse al teléfono: (502) 2385-7664 al 66.


   









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