Vitamina
D para los adolescentes: no exagerar porque pueden surgir problemas
Dosificar
a los adolescentes obesos con vitamina D
no aporta ninguna ventaja para la salud cardíaca ni el riesgo de diabetes, pero
puede conllevar consecuencias no deseadas, como aumentar el colesterol
y los triglicéridos
que almacenan grasa. Estos son los últimos descubrimientos de una serie de
estudios realizados por Mayo Clinic
sobre obesidad infantil.
La Dra. Seema Kumar,
endocrinóloga pediátrica del Centro Pediátrico de Mayo Clinic, se ha dedicado a estudiar durante 10 años los efectos de la
suplementación de vitamina D en los niños, a través de cuatro ensayos clínicos
y seis estudios publicados. Hasta la fecha, el equipo de la Dra. Kumar ha
descubierto ventajas limitadas de la suplementación de vitamina D en los
adolescentes. El último estudio, titulado “Efecto
del tratamiento con vitamina D3 sobre la función endotelial en adolescentes
obesos”, se publicó en el Internet en Pediatric
Obesity (Obesidad
pediátrica).
“Después de tres meses
de subir la vitamina D hasta el rango normal con suplementos, estos
adolescentes no mostraron cambios en el peso corporal, ni el índice de masa
corporal, ni en la medida de la cintura, ni en la presión arterial ni en la
circulación sanguínea”, comenta la Dra. Kumar. “No negamos que existan
vinculaciones entre la deficiencia de vitamina D y las enfermedades crónicas, pero
todavía no las encontramos”.
Uno de cada cinco
adolescentes en Estados Unidos es obeso y más de 33 por ciento tiene sobrepeso,
según la Revista de
la Asociación Médica Americana.
Varios estudios observacionales también han observado vinculaciones entre la
deficiencia de vitamina D y una gama de complicaciones médicas relacionadas con
el peso, entre ellas, enfermedades cardiovasculares y resistencia a la
insulina. Por ello, tanto proveedores de atención médica como padres de familia
y tutores suelen empezar a suplementar la vitamina en dosis altas con el afán
de lentificar o revertir algunas complicaciones clínicas relacionadas con la
obesidad.
“Me sorprendió no
descubrir más ventajas para la salud”, acota la Dra. Kumar. “No decimos que sea
malo tomar suplementos de vitamina D en dosis razonables, sabiendo que la
mayoría de adolescentes obesos tiene deficiencia de vitamina D, sino que
todavía no se conoce su utilidad para mejorar la salud general de los
muchachos”.
Este es el primer
estudio de la Dra. Kumar que informa un aumento en el colesterol y los
triglicéridos con la suplementación de vitamina D, descubrimiento que ella
considera podría atribuirse a la poca cantidad de niños participantes en el
estudio y al plazo relativamente corto. La doctora hace un llamado para
realizar estudios más grandes y controlados con placebo para examinar los
efectos a largo plazo de la suplementación de vitamina D en niños y
adolescentes.
Los padres de familia
y los proveedores de atención médica suelen poner a los adolescentes obesos en
regímenes de vitamina D, que en ocasiones superan entre 5 y 10 veces la ingesta
diaria recomendada, debido a que algunos estudios mostraron una vinculación
entre la vitamina D presente en la sangre y mejor función vascular,
explica la Dra. Kumar. La doctora optó por estudiar la vitamina D en los
adolescentes con sobrepeso debido a que esa población corre más riesgo de
sufrir enfermedades crónicas y a la creciente popularidad del compuesto como
tratamiento homeopático o complementario para la obesidad.
La Dra. Kumar añade
que efectivamente es posible ingerir vitamina D en demasiada cantidad, afección
conocida como toxicidad de vitamina D o hipervitaminosis, lo que puede derivar
en mal apetito, náuseas, vómito y complicaciones renales.
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