NUEVAS TENDENCIAS EN MEDICAMENTOS
PARA TRATAR VIH
Los pacientes
con VIH en Guatemala podrán disponer de nuevas terapias antirretrovirales para controlar
y evitar la propagación del virus.
Los principales factores que determinan el éxito de
una terapia antirretroviral para tratar el VIH son tres: eficacia, seguridad, y
adherencia, siendo esta última fundamental para mejorar la condición de vida de los
pacientes. El principal desafío de una persona
que vive con VIH durante su tratamiento es lograr la adherencia a largo plazo,
es decir, sostener el tratamiento en el tiempo y no detener por ningún motivo
la ingesta del medicamento.
Cuando la carga viral se hace
indetectable el sistema inmune empieza a responder, mejorando la salud de la
persona que vive con VIH. Los tratamientos en los que el paciente tiene buena
adherencia son más efectivos. La omisión de medicamentos permite que el VIH se
multiplique, con lo cual aumenta la carga viral y la posibilidad de aparición
de virus resistentes al tratamiento.
Investigación
para mejorar adherencia
Luego de muchos años de investigación se han
desarrollado nuevas alternativas terapéuticas que simplifican el consumo de
medicamentos. Parte de esas alternativas son terapias antirretrovirales que
contemplan solo una toma diaria,
haciendo el tratamiento más tolerable y aumentando la posibilidad de adherencia
en el paciente.
A partir de Abril GSK pone a disposición un medicamento que funciona como inhibidor de la
integrasa de 2° generación. En términos simples, la droga impide la inserción
del material genético del virus a las células sanas, interrumpiendo el ciclo de
replicación del virus.
El medicamento está indicado para uso combinado con otros agentes
antirretrovirales o lo que se conoce como cóctel en el tratamiento del VIH/SIDA
en adultos y adolescentes de 12 años o más, cuyo peso corporal sea superior a
40 kg.
La droga tiene vida prolongada en sangre (de 12 a 14 horas) y se
suministra por vía oral en una única dosis diaria de 50 mg. En los casos de
pacientes con resistencia a inhibidores de integrasa, la dosis que se administra
es de 50 mg dos veces al día.
El medicamento mantiene su eficacia a pesar de que el virus haya
desarrollado mutaciones genéticas con resistencia a otras drogas. Asimismo, no
disminuye la efectividad de otros fármacos y no aumenta el colesterol o
triglicéridos en pacientes.
“Procurar el
bienestar del paciente es el foco de
todo lo que hacemos en GSK. Este nuevo tratamiento es el resultado de un largo
y arduo trabajo de investigación con el único objetivo de avanzar en la
respuesta efectiva ante el VIH”, explicó el Doctor Aldo Navarro, Director
Médico de GSK para América Central y Caribe.
Es fundamental que
antes de elegir un tratamiento, los pacientes consulten a su médico para
asegurar que su condición individual sea evaluada antes de iniciar o cambiar el
uso de medicamentos.
El
antirretroviral recibió aprobación por la FDA en agosto de 2013, en Enero de
2014 para la Unión Europea por parte de la EMA y en Latinoamérica ha recibido
aprobación en Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, México, Costa Rica, Panamá y
ahora en Guatemala.
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