DIABETES EN NIÑOS Y ADOLESCENTES: UN ENEMIGO SILENCIOSO QUE PUEDE PREVENIRSE
En la conmemoración del Día Mundial de la
Diabetes, se hace un llamado especial al cuidado y mejora del estilo de vida y
hábitos alimenticios que contribuyen a prevenirla.
Cada 14 de noviembre se conmemora en el mundo
el Día de la Diabetes y se hace un llamado especial al cuidado y atención de
esta enfermedad que afecta a cerca de 463 millones de adultos en el mundo. Este
año, Nipro, expertos en hemodiálisis y en la atención de la salud renal, hace
especial énfasis en el cuidado y prevención de la diabetes especialmente en
niños y jóvenes adolescentes, por ser una enfermedad que afectará su salud por
el resto de su vida.
La diabetes es una enfermedad crónica y no
transmisible en la cual, la capacidad del cuerpo para producir insulina se ve
afectada o el cuerpo se vuelve resistente a dicha hormona, aumentando los
niveles de glucosa y afectando la forma en que éste aprovecha la energía
contenida en los alimentos.
Para prevenirla, es necesario realizarse
chequeos periódicos, especialmente si se observan síntomas que son
característicos de esta enfermedad, como necesidad de orinar con frecuencia,
pérdida de peso involuntaria, sed excesiva, cansancio, visión borrosa, aumento
de la sensación de hambre, malestar general. Una vez detectada, la persona
deberá seguir las indicaciones médicas de acuerdo con su estado de salud,
cuidar su alimentación y monitorear los niveles de glucemia de manera regular.
Los niños y adolescentes también la padecen
La diabetes puede atacar a cualquier edad y los
síntomas aparecen gradualmente. Se estima que en el mundo, 1.11 millones de
niños y adolescentes la padecen. Aunque en Guatemala no se cuenta con estadísticas
de menores de 20 años, quienes tienen diabetes dependen al 100% de la insulina
para sobrevivir.
El niño con diabetes tiene altas
concentraciones de azúcar en la sangre, bien sea porque el páncreas produce
poca o nada de insulina (diabetes tipo 1 o juvenil) o porque el cuerpo es
insensible a la cantidad de insulina que se produce (diabetes tipo 2 o Mellitus),
que es la que aparece principalmente en los adolescentes. Recientemente, el
número de niños, sobre todo adolescentes, con diabetes tipo 2 ha aumentado y se
calcula que entre el 10 y el 40% de niños con diagnóstico reciente de diabetes
padece la de tipo 2.
¿Cómo identificarla?
El médico pediatra sospecha de una posible
diabetes cuando los niños presentan síntomas típicos, cuando una prueba de
orina de rutina revela glucosa elevada y se confirma el diagnóstico con una
prueba de glucosa en sangre, después de una noche de ayuno.
Se considera que el niño tiene diabetes si el
nivel de azúcar en la sangre tras el ayuno es de 126 miligramos por decilitro
(mg/dL) o mayor. Es por esto que los niños que tienen riesgo de padecer
diabetes tipo 2, deben ser constantemente controlados con pruebas de sangre.
Ahora bien, los niños y adolescentes que tienen mayor riesgo de presentarla son
los niños con sobrepeso (pesar más del 85% del peso de niños de edad, sexo y
tallas similares o pesar más del 120% del peso ideal para estatura). También
tienen riesgo si tienen un pariente cercano con diabetes tipo 2.
¿Cómo tratarla?
El objetivo principal deberá consistir en
mantener los niveles de azúcar en la sangre lo más normal que se pueda. Además
del tratamiento farmacológico o insulina, los cambios en la vida de estos niños
incluyen ajustes en la dieta, ejercicio regular y pérdida de peso para los que
padecen sobrepeso.
“El manejo nutricional y la educación son
importantes para todos los niños con diabetes, ya que los carbohidratos en los
alimentos se convierten en glucosa en el organismo y estas variaciones pueden
ocasionar cambios en los niveles de azúcar en la sangre. Por eso, necesitan
comer sus alimentos con un programa regular; evitar dejar pasar mucho tiempo
entre comidas, ni se aconsejan grandes cantidades de azúcar como la soda, dulces
o postres y quizás esto sea de lo más difícil de controlar en ellos”,
comenta Fabiola Haeussler, nutricionista clínica de Corporación Integral de
Diálisis (CID).
Tanto para los adultos como para los niños, un
cuadro de diabetes puede afectar a los integrantes de la familia emocionalmente.
En el caso de los pequeños, darse cuenta que tienen un trastorno para toda la
vida puede ocasionarles tristeza, enfado y hasta negación de la enfermedad, es
por esto que necesitan estar en constante supervisión del tratamiento. El
acompañamiento emocional es muy importante también y tanto el médico como los
padres deben tener en cuenta estas emociones para asegurarse que el niño
colaborará cumpliendo con la dieta, la actividad física, las pruebas de glucosa
en la sangre y los medicamentos para evitar cualquier complicación.
Para controlar el nivel de glucosa en la
sangre, se debe enseñar a los padres y a los niños a medirla al menos cuatro
veces al día, a través de una pequeña muestra de sangre que se obtiene de una punzada
en la yema del dedo o en el antebrazo con una lanceta. Con esta medición,
también sabrán los ajustes que deban hacer en las dosis de insulina, según las
necesidades que les permitan alcanzar el mejor nivel.
En el Día Mundial de la Diabetes, Nipro
Guatemala, expertos en hemodiálisis, hace un llamado a la educación y cambios
sustanciales en las formas de alimentación y estilos de vida saludable para las
familias, empezando por los niños para evitar este tipo de enfermedades. Prevenir
la diabetes es prevenir la enfermedad renal y otras complicaciones que incluyen
enfermedades del corazón, ceguera, enfermedad vascular, entre otras. Asimismo, Nipro
Guatemala apoya a los pacientes a continuar sus tratamientos, tomando especial
cuidado en la administración adecuada de medicamentos; contar con los
implementos necesarios para la medición de glucemia; una adecuada nutrición; práctica
habitual de ejercicios y monitoreo constante de los niveles de glucosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario