Por: Fredy Mejía, Fernando
Meléndez y Luis Pedro Rossal
Pareciera que hay
un momento en nuestras vidas donde todos nuestros amigos se casan, y poco
tiempo después vienen los embarazos. Sin embargo, conforme pasan los años, notamos
que hay parejas que no tienen niños; algunos por decisión personal, y otros
porque, a pesar de muchos intentos, no lo han logrado. Cada vez vemos más
matrimonios sin hijos, y es lógico preguntarnos si está aumentando la
infertilidad y ¿cuáles son las causas?
La Organización Mundial de la
Salud define infertilidad como una condición en la que el tiempo para lograr el
embarazo es mayor a un año, y esta es la razón por la que existen tratamientos
médicos de reproducción asistida. Para conseguir un embarazo de forma natural
se necesitan dos elementos básicos: una buena calidad de óvulos y
espermatozoides y que los procesos que inician desde el momento de la
fecundación hasta el nacimiento de un bebé ocurran en un orden determinado. Por
alguna razón, en los humanos hay muchos factores que pueden alterar estos dos
requisitos. Es por ello que existen varias causas posibles para los problemas
de fertilidad y las parejas que no han logrado una gestación después de un año
de intentarlo deberían acudir con un especialista en este campo para
identificarlas.
Sin embargo, hay tres factores de
riesgo para los que existe mucha evidencia: edad materna avanzada, tabaco y
algunos compuestos químicos; es importante aclarar que no todas las personas
que se exponen a ellos padecerán infertilidad. Son factores de riesgo porque,
dentro de un grupo de personas mayores de 35 años, que fuman y que se exponen a
estos compuestos químicos, es más probable encontrar parejas que se les hará
difícil conseguir un embarazo.
El primer factor de riesgo es la edad materna. De forma natural, cuando
las mujeres tienen menos de 35 años, la probabilidad de lograr un embarazo con
cada ciclo menstrual es de 20% aproximadamente. Esta probabilidad diminuye al
10% en mujeres de 40 a 42 años, y después de los 42, menos de 5 de cada 100
mujeres lo logra. Por lo tanto sabemos que la fertilidad natural empieza a
descender aceleradamente a partir de los 36 años. Con la edad avanzada también
aumenta el riesgo de pérdidas gestacionales, que es de aproximadamente 15%
antes de los 35 años y de más del 50% a partir de los 42. En la actualidad este
es un punto muy importante a considerar, ya que, por diversas razones, cada vez
es más común que las parejas decidan tener hijos después de los 30 años.
¿Cuál es
la razón? La evidencia científica apunta a que la disminución de la fertilidad
debida a la edad se debe, principalmente, a una reducción en la calidad de los
óvulos. Hasta el momento no existe ningún método probado para revertir el
deterioro debido a la edad, pero si contamos con una alternativa, y esta es la vitrificación de los óvulos. Esta
técnica está disponible en Guatemala desde el 2008 y permite que las mujeres
preserven sus óvulos a bajas temperaturas por más de 20 años. Gracias a esto
las muejres se liberan del peso que supone la edad y pueden posponer la
maternidad con mayor tranquilidad hasta que llegue el momento adecuado. La
preservación de la fertilidad mediante la vitrificación de óvulos funciona
mejor si se hace antes de los 35 años, y no está recomendada después de los 38.
El segundo
factor de riesgo es el tabaco. No importa si fumas de forma activa o pasiva, el
daño es el mismo. Por muchos años se sabe que el consumo de esta droga
recreativa puede causar serios problemas a la salud, incluyendo la salud
reproductiva. Esta actividad aumenta el riesgo de anomalías genéticas,
menopausia prematura, baja calidad de los espermatozoides, pérdidas
gestacionales y menores tasas de éxito en los tratamientos de reproducción
asistida. Por lo tanto, si quieres aumentar tu fertilidad natural, una de las
mejores recomendaciones que te podemos dar es evita el tabaco.
No al consumo de tabaco para una vida fértil
La tercera causa importante de
infertilidad son varios químicos que encontramos en el ambiente y en artículos
que usamos o consumimos cotidianamente. La lista de productos potencialmente
dañinos es muy larga, pero hay un grupo de compuestos conocidos como ftalatos (se pronuncian ‘talatos’) que
son especialmente perjudiciales. Los ftalatos alteran la función normal del
estrógeno, una hormona indispensable para la reproducción. Estos químicos son
muy usados en los plásticos, que a su vez usamos para guardar muchas cosas en
casa, como nuestra comida. Cuando un plástico se calienta libera los
ftalatos y éstos pasan a la comida. Si
quieres saber qué artículos de tu casa contienen ftalatos, busca en los
plásticos, productos de cuidado personal u otros objetos que sean a prueba de
flamas. Si en las etiquetas ves que contienen bisfenoles o parabenos, éstos
productos tienen ftalatos. Aunque están en todo, podemos reducir su impacto con
dos hábitos muy sencillos. En primer lugar, no calientes tu comida en
recipientes plásticos. En segundo lugar, come vegetales frescos de forma
regular ya que sus nutrientes ayudan al cuerpo a eliminar las toxinas.
La infertilidad es un problema que afecta a
aproximadamente una de cada siete parejas a nivel mundial. Las causas son
diversas, y aunque en muchos casos se necesite la ayuda de un médico
especialista en reproducción asistida para lograr un embarazo, hay algunas cosas
que puedes hacer para prevenirla, o para mejorar la probabilidad de éxito de
los tratamientos. En primer lugar, recuerda que la fertilidad natural empieza a
disminuir a partir de los 36 años. Si te estás acercado a esa edad y aún no
deseas tener un hijo, puedes considerar un programa de preservación de
fertilidad para tener mejores posibilidad, en un futuro, de conseguir un
embarazo con tus propios óvulos. La segunda recomendación es sencilla: evita el
tabaco. Y en tercer lugar, hay muchos compuestos en el ambiente que son dañinos
para la salud, pero puedes reducir su efecto con una buena nutrición y evitando
calentar tus alimentos dentro de recipientes plásticos.
Para más
información puede comunicarse a Gestar, Centro de Fertilidad al teléfono
2205-2626.
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