CÓMO SABER SI UN PEQUEÑO SUFRE DE REFLUJO GASTROESOFÁGICO
Pediatra Dr. Edgar
Belteton
Sub especialista en
cuidado intensivo
Durante la última década el tema del Reflujo
Gastroesofágico en niños ha surgido como una verdadera epidemia, volviéndose
hasta tema de platica en las reuniones de grupos de padres de familia de la
noche a la mañana.
Muchos niños
especialmente en las edades de recién nacidos y los primeros meses de edad se les diagnostica
como Reflujo Gastroesofágico y se tratan como una serie de medicamentos que
podrían ser inconvenientes y causar futuras complicaciones con supuestos
diagnóstico de Reflujo.
Se realizan múltiples
cambios de leche desde las leches hipo alergénicas hasta las más sofisticadas
con el fin de disminuir o evitar el reflujo. También a este grupo de pacientes se
les recomienda cambios de hábitos de sueño cambiando la posición y algunos
inexplicablemente se les retira la leche materna conocido que es el recurso
nutricional más importante a estas edades. Lo más importante aclarar es que el Reflujo Gastroesofágico
normal existe en más del 70% de los pacientes sin tener ninguna incidencia o
alteración, estos pequeños pertenecen al grupo uno.
Los pacientes que tienen
síntomas como llanto constante, irritabilidad no explicada por otras causas, vómitos,
falta de incremento de peso crecimiento lento ahogos tos crónica complicaciones
pulmonares, bronquitis o neumonías recurrentes, es el grupo dos que debemos
estudiar.
¿A cuál de los dos grupos
pertenece su hijo? Si fuera el grupo uno o grupo de los niños con reflujo sin
enfermedad asociado, la conducta a seguir es simplemente continuar la lactancia
materna, mejorar la posición de 30 grados, elevar la camita, reducir el volumen de tomas y más frecuentes o espesar
la formula podría ayudarle, con estas medidas sencillas se controlara el 80
% de los
pacientes.
Pero qué hacer con el
segundo grupo, minoritario, que llamamos enfermedad Reflujo Gastroesofágico,
básicamente tenemos la obligación de hacer diagnóstico correcto para no sobre-medicarlos.
Si nuestros pacientes
presenta enfermedad respiratoria a repetición y se sospecha que el reflujo sea
parte del proceso podemos usar una prueba terapéutica, pero si es un proceso
recurrente y que pone la vida del paciente en riesgo, el primer paso es consultar
a su pediatra, él podría guiarlos para hacer un diagnóstico adecuado.
En la actualidad existe
la tecnología en nuestro país para realizar este tipo de diagnóstico la PH
Metria con impedancia esofágica, es el método más preciso que hoy en día
existe. Este método se realizan en los países que se hacen medicina de primer
mundo y el nuestro.
El mayor de los problemas
es cómo tratarlos, así como hemos visto al único grupo que debemos dar
tratamiento médico es al grupo número dos.
¿Cuál puede ser este tratamiento?
Aquí entra en controversia si
usamos medicamentos que aumentan la motilidad intestinal con el fin de agilizar
el vaciamiento gástrico o solo
inhibidores o bloqueadores de los ácidos.
La evidencia científica
indicia que solo los segundos podrían colaborar, además por supuesto de las
medidas realizadas para el grupo uno. Si
nuestro paciente presenta enfermedad complicada que pone en riesgo la vida, la
cirugía surge como una alternativa final, la cual se recomienda para un grupo
muy reducido.
Con esta pequeña revisión
esperamos aclarar las dudas de este importante tema en beneficio de niñez.
Para más información y
consultas, comunicarse al teléfono: (502) 2385-7664 al 66.
No hay comentarios:
Publicar un comentario