IMPORTANCIA DE LA ALIMENTACION EN EL CRECIMIENTO DE
LOS NIÑOS
Durante toda la
vida, la alimentación juega un papel esencial en el desarrollo del niño, pero aún más en momentos de crecimiento
acelerado. En el transcurso del primer año, la lactancia materna, la introducción de alimentos nuevos y la transición a la comida de los mayores, deben
controlarse para evitar problemas de nutrición.
El alimento ideal para el recién nacido es la leche materna. Ningún otro alimento puede
sustituirla, ya que cubre las necesidades de energía, proteínas, vitaminas,
minerales y agua, que necesita el bebé para crecer y desarrollarse
adecuadamente.
Contiene anticuerpos entre ellos las
inmunoglobulinas, que tienen una gran importancia en el fortalecimiento del
sistema inmunitario, y enzimas y hormonas, que son beneficiosas para el desarrollo y crecimiento del bebé. De los 4-6
meses se caracterizan por ser un período de crecimiento rápido, principalmente
en el desarrollo del cerebro, y como la leche materna contiene aminoácidos y
ácidos grasos, resulta ideal para satisfacer dichas necesidades.
La incorporación
de alimentos sólidos es un proceso gradual, que debe comenzar en torno a
los 6 meses de edad. A pesar de que la leche materna es suficiente durante los
primeros meses, cuando el niño crece ya no aporta todos los nutrientes
adecuados. También ayuda para que el
desarrollo de la masticación y el
habla.
La calidad, cantidad y variedad de alimentos sólidos se va aumentando a un ritmo que, normalmente, impone
el propio niño. Los cereales son los
primeros alimentos en incluirse en la dieta de los lactantes, después
los purés de verduras y frutas y la carne. Si se amamanta al bebé durante los primeros 4 ó 6 meses de vida, habrá
menos probabilidades de que desarrolle alergias. Los alimentos más
propicios a causar reacciones alérgicas en niños sensibles son la clara del
huevo y el pescado, que se incorporan generalmente después de los 12 meses.
En la pubertad,
aparece un aumento de apetito como
consecuencia de los altos requerimientos de energía y nutrientes. Las
necesidades nutritivas en la adolescencia vienen marcadas por los procesos de
maduración sexual, aumento de talla y peso. Este desarrollo requiere una cantidad elevada de
energía y de nutrientes. Toda esta situación se ve directamente afectada por la
alimentación, que debe estar dirigida y diseñada para cubrir el
gasto que se origina.
Acá algunos consejos para alimentarse bien en la adolescencia: variar al
máximo la alimentación, comer ordenadamente, no saltarse ninguna comida, comer despacio, distribuir las calorías, que varían en
función de la cantidad de grasa o de azúcares añadidos a los alimentos y de la
forma de cocinarlos.
Licda. Gabriela Beltetón
Nutrición Pediátrica
Consultora de Lactancia Materna
Para más información y consultas:
Edificio Multimédica
clínica 1109
Tel.: (502) 2385-7665.
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