TEMA EN PORTADA
Una familia con VALORES
Por Karina Bonilla de Carbajal
Conferencista con Master en Asesoramiento Educativo
Familiar
“Si hay rectitud en el corazón, habrá belleza en el carácter. Si hay
belleza en el carácter, habrá armonía en el hogar. Si hay armonía en el hogar,
habrá orden en la Nación. Si hay orden en la Nación, habrá paz en el mundo.” Proverbio
chino.
A pesar del
inmenso desarrollo que la humanidad experimenta y de los grandes avances
tecnológicos, existe una preocupación creciente por nuestro fracaso en el
objetivo más importante de todos: la formación de familias más fuertes. ¿Qué
hace la diferencia entre una familia fuerte y una débil? No es el dinero, ni el
nivel educativo o social de sus miembros, ni su tamaño o su nacionalidad o los
problemas que enfrenta. La diferencia radica en los valores que se viven en ella.
Una familia con Valores, no es una familia perfecta y sin problemas, tiene
imperfecciones, incongruencias, retos y presiones, como todas las demás, pero
que los enfrenta con una perspectiva diferente.
La Real Academia
Española define valor como: “Fuerza, actividad, eficacia o virtud de las cosas
(o personas) para producir sus efectos.” Los valores son actitudes o cualidades que una persona tiene
para vivir, mejorar en su dignidad y compartir en sociedad. Nos permiten guiar
nuestras decisiones, para producir bienestar en nuestro entorno y paz en
nuestro corazón.
Los valores son desarrollados y perfeccionados por una
persona a lo largo de su vida, pero su origen natural es en el seno de nuestras
familias. Se aprenden en la medida en que se viven, por ello la única manera de
enseñar valores es a través del ejemplo, de nuestro modelaje. Todos en la familia
educan: en primer lugar los padres, pero también los abuelos, los tíos, los
primos y hermanos.
En la familia los
valores construyen ideales, pero también normas, que como familia estamos
dispuestos a esforzarnos por vivir. Tenerlos bien definidos ayuda a fortalecer
las bases para una familia unida y nos da sentido de pertenencia y orgullo. Hay
muchos valores importantes de vivir, por lo que cada grupo familiar puede
enfocarse en los más relevantes para ellos.
A continuación algunos valores familiares que vale la
pena considerar:
·
BONDAD: Mostrar
consideración e interés personal por otros.
·
FE: Confianza en lo
que no se ve.
·
GRATITUD:
Sentimiento de aprecio y reconocimiento de los beneficios obtenidos.
·
HONESTIDAD: Ausencia
de mentira, engaño o robo.
·
HUMILDAD: Cualidad
de ser modesto.
·
JUSTICIA: Buscar lo
que es equitativo.
·
LEALTAD: Proceder
con fidelidad respecto a mi palabra, a personas o a instituciones.
·
RESPONSABILIDAD: Completar satisfactoriamente las tareas
asignadas.
·
RESPETO: Mostrar
aprecio por el valor de algo o de alguién.
·
TOLERANCIA: Respetar
ideas de otros, aunque no coincidan con las propias, entre otros.
Extraído del libro Alcanzando el Verdadero Éxito.
Character Training Institute
Seguramente
recuerda a alguna persona que haya dejado una importante huella en su vida:
alguien que le enseñó algo, que lo apoyó, que le dio un gran ejemplo o que
simplemente lo hizo más feliz. Identifique los valores que vivía esa persona
¿Cuáles eran? ¿Qué valora usted? ¿Qué valores le gustaría que se vivieran en su
familia? ¿Qué valores quisiera heredar a sus hijos y a sus nietos?
Un bonito
ejercicio para realizar en familia, consiste en que cada miembro haga un
listado de los valores que considere más importantes y los comparta con los
demás. Luego de escuchar a todos, se extraen aquellos valores que se repiten
más en los listados y que reflejen la personalidad y el estilo único de la
familia. Estos valores se pueden transcribir y colocar en un portarretratos o
en un cuadro, en un lugar visible de la casa, para que todos recuerden el
compromiso de vivirlos día a día. Los niños podrían colaborar representando los
valores elegidos a través de un dibujo, que también se puede exhibir.
¿Queremos vivir en
un país diferente, en un mundo distinto? El cambio comienza en cada uno de
nosotros y en nuestras familias. Comprometámonos a ser una FAMILIA CON VALORES.
La Paradoja de Nuestro
Tiempo - por George Carlin
Tenemos
Edificios más altos y temperamentos más cortos; carreteras más amplias, pero
puntos de vista más angostos. Gastamos más pero tenemos menos; compramos más,
pero lo disfrutamos menos.
Tenemos
casas más grandes y familias más pequeñas; más conveniencias y menos tiempo;
tenemos más estudio, pero menos sensibilidad; más títulos y menos sentido común;
más medicina, pero menos salud.
Hemos
multiplicado nuestras posesiones, pero hemos reducido nuestros valores humanos.
Hemos
ido a la luna y regresado pero tenemos problemas para cruzar la calle para
conocer al vecino. Hemos conquistado el espacio sideral, pero no el espacio
interno.
Escribimos
más, pero aprendemos menos. Hacemos más planes, pero perseveramos menos.
Aprendimos
a vivir aprisa, pero no a ser pacientes. Creamos más computadoras para retener
más información para producir más copias que antes, pero tenemos menos
comunicación. Este es el tiempo de comidas rápidas y digestiones lentas.
Hombres
altos y personalidades pequeñas; ganancias altas, y relaciones vacías.
Es
el tiempo de Paz mundial, pero de guerra domestica; mas diversiones, pero menos
diversión; más variedad de comida, pero menos valor nutritivo. Estos son los
días de dos sueldos por familia, pero más divorcios; de casas más lujosas, pero
hogares quebrados. Es un tiempo cuando hay mucho en el aparador y nada el
almacén. Es el tiempo en que agregamos años a la vida, pero no vida a nuestros años.
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